ÉTICA Y MORAL

La ética y la moral no son la misma cosa, la moral es la idea de lo que es “bueno” y lo que es “malo”, y cómo uno debe comportarse según estas ideas, que fueron formadas y llegaron a ser una tradición en una cierta sociedad en un cierto período de tiempo.

Por ética entenderemos el deber, en general; en cuanto que las acciones humanas adquieren el carácter de buenas o malas, morales o no, en relación, justamente, con este deber. De modo que, a los fines de este ensayo, entonces, lo que nos importa es que la moral es aquel conjunto de normas que surgen del orden natural, de manera de garantizar nuestra adecuación al mismo y, de este modo, garantizar y promover la evolución de la vida. Es decir, que son las reglas que debemos seguir si pretendemos adaptar nuestros actos a la naturaleza de las cosas. Así, el hombre, insisto, se conforma al orden natural. Por ejemplo, 'no matarás' es una norma moral, porque el homicidio va contra el orden natural (contra la vida). No es, por tanto, algo negativo, en el sentido de contrario al desarrollo (a pesar de que a veces pueda presentarse con un 'no'), sino, muy por el contrario, (el verdadero respeto por la vida) es el comportamiento positivo por excelencia. La ética supone, pues, insisto, el deber frente a estas normas morales.

Es necesario comprender que “Moral” o ‘Acción moral’ es cualquier acto que haya sido ejecutado obedeciendo a los mandatos de las leyes morales. Por tanto, no todas las acciones humanas son susceptibles de recibir una cualificación moral (por ejemplo, desde el punto de vista ético el estornudar no puede merecer ninguna valoración moral propiamente dicha, salvo que lo hagamos encima de una persona para fastidiarla, con lo cual lo valorable moralmente sería nuestra intención de dañar a esa persona, no el acto de estornudar en sí). Sólo podemos hablar de acciones morales o inmorales cuando cumplan al menos un conjunto de condiciones:

- Ser una acción que afecte a normas, principios o valores morales.
- Haber sido realizada con libertad, es decir, haber tenido la oportunidad de elegir entre varias opciones antes de realizar la acción. En el caso de que no exista esa libertad (por ejemplo, si alguien me obliga a realizar un acto apuntándome con un revólver), el individuo no puede ser considerado responsable moral de esa acción.
- Que haya sido realizada voluntariamente y siendo consciente de los efectos que iba a producir esa acción. Por ejemplo, si yo realizo un acto y, sin que yo lo sepa, ese acto causa trastornos graves a otra persona, no puedo ser considerado responsable moral del daño causado involuntariamente.
- Las intenciones o fines con los que yo he llevado a cabo esa acción, puesto que puede darse el caso de realizar un acto bueno en sí mismo aunque las intenciones que motivaron ese acto fueran inmorales (por ejemplo, alguien que ayuda económicamente a una familia pobre, aunque lo hace con la secreta intención de obtener favores sexuales). O a la inversa: provocar un daño aunque mis intenciones sean buenas.

¿SOY EN VERDAD QUIÉN SOY?

En la actualidad muchos de nosotros algunas veces nos hemos preguntado ¿Quiénes Somos? Y mayormente no sabemos describirnos porque es difícil uno mismo describirse, por ende recurrimos a un amigo, un hermano, un familiar o en fin, a una persona que sea de nuestra confianza, como suele pasar ese amigo o familiar te dice como eres, que debes cambiar, te dices lo bueno y negativo de cómo eres.
En mi caso yo me considero Irresponsable, pero mi hermana menor me considera responsable porque cumplo con mis tareas y labores, me considero tacaño, pero cuando me lo piden por favor, prestó dinero aunque sé que no van a pagar, me consideran mal educado porque responde con palabras de mal gusto cuando me ofenden, Soy Picón aunque algunas veces estrecho la mano para ocultar la cólera que siento en mi interior por a ver perdido, nunca he amado pero me gusta enamorarme cuando se presenta la oportunidad , me gusta la lectura aunque me demore mucho en terminar un libro, me gusta el deporte pero me disgusta la disciplina en fin en lo que estoy seguro que soy, es que soy inseguro.
El peruano en general es una persona insegura, porque nunca nos ponemos de acuerdo en lo queremos hacer o en lo que hacemos, nuestra política es un crudo ejemplo; hemos cambiado de constitución casi en cada gobierno, sin embargo tenemos en que sentirnos orgullosos y identificados; nuestra comida, pisco, nuestro climas variados, nuestras costa, sierra, selva, nuestro majestuoso Machuc-pichu, nuestras costumbres, danzas y por ultimo nuestros grandes héroes como: Miguel Grau, Bolognesi, Alfonso Ugarte, así como muchos que han demostrado bastante heroísmo y identidad cuando su país lo necesitaba.
El peruano no tan solo tiene virtudes también tiene un lado negativo, por la cual muchos de países no nos aceptan, más bien nos ven como bichos raros, el peruano es vivo, aunque en muchas veces nunca no sabemos utilizarlo en algo productivo, somos creativos, pero lo usamos para falsificar algo y muchas veces no nos respetamos entre nosotros, cuando un compatriota lanza un disco lo primero que hacemos es falsificar para poder nosotros gozar de su gloria, somos emprendedores, pero cuando llegamos a la cúspide del éxito, no buscamos la mejoría más bien nos volvemos conformistas, somos solidarios, pero vivimos envidiando lo ajeno, codiciando lo prohibido, somos envidiosos y destructivos buscamos la gloria, el éxito, la fortuna a través del engaño, estafa, robo y lo más triste es que el culpable de la desgracias de un peruano es nada más y nada menos que un peruano, envés de respetarlo, quererlo, ayudarlo porque es de nuestra raza al contrario lo embaucamos sin embargo cuando es una persona del extranjero lo miramos como un prospero dueño, poseedor o accionista de una organización, le abrimos las puertas, les damos las facilidades, oportunidades de entrar en nuestro mercado, pero a nuestro compatriota solo le damos dificultades . ¡Cuando cambiaremos! O mejor dicho ¡Cuando dejaremos de ser tan peruanos! “Chabacanos, envidiosos, conformistas, timadores, destructivos” la respuestas y la solución está en ustedes. ¡Vamos a cambiar!, aun estamos a tiempo, nunca es tarde para volver a comenzar.